A través de la TAA en personas con discapacidad intelectual se pueden trabajar aspectos como la comunicación interpersonal; la potenciación del seguimiento de instrucciones y afianzamiento de conceptos básicos.
En personas con parálisis cerebral se trabaja la disminución de la espasticidad motriz, acariciando al animal, lo que hace que disminuya el estrés y la ansiedad, así como los movimientos en los miembros superiores y la relajación corporal.
Con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los niños/adolescentes con Trastorno de Espectro Autista y sus familias, el perro de terapia actúa como elemento facilitador de la comunicación verbal y no verbal, el animal ayuda a relacionarse con el mundo exterior mejorando así las relaciones sociales y expresión afectiva. Los perros despiertan en los niños autistas comportamientos sociales de los que suelen carecer y avivan en ellos emociones positivas. Otros de los beneficios que se obtienen con la aplicación de la terapia con perros son la disminución de sus estereotipias motoras; el aumento de los tiempos de atención y la mejora del contacto visual.
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