La Terapia asistida con animales (TAA) es una intervención diseñada para conseguir un conjunto de objetivos terapéuticos, en la que un perro específicamente entrenado, actúa como coterapeuta en el proceso. Estos objetivos están marcados por profesionales de la salud (psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales…) y pueden ser: conductuales, emocionales, cognitivos, motores… De esta forma, se interviene sobre la autoestima, la psicomotricidad, la asunción de responsabilidades, la empatía, las relaciones sociales, entre otros objetivos y áreas de mejora, con el fin de mejorar la calidad de vida de la persona.
Las aplicaciones de la terapia y actividades asistidas con perros son diferentes. Algunos de los colectivos con los que se viene aplicando la TAA son:
- Personas con diversidad funcional (física, sensorial, intelectual, etc).
- Personas con Trastornos del espectro autista.
- Niños/as con problemas en su desarrollo.
- Personas mayores.
- Menores en situaciones de vulnerabilidad.
- Personas en instituciones penitenciarias.
Los aspectos que se trabajan son, entre otros;
- Habilidades sociales (autonomía, comunicación, autoestima, trabajo en equipo, respeto, etc)
- Capacidades cognitivas (percepción, atención, concentración, memoria, orientación, lenguaje, asimilación de conceptos, etc)
- Habilidades motoras (coordinación, equilibrio, motricidad fina y gruesa, marcha, etc)
- Capacidades sensoriales (discriminación, agudeza, etc)
- Aspectos emocionales (estado de ánimo, motivación, etc)
Todas estas aplicaciones se pueden llevar a cabo de forma particular o a nivel institucional (residencias y centros de día, colegios, centros penitenciarios, etc).
Por otro lado están las Actividades Asistidas con Perros que son una serie intervenciones cuyo fin es lúdico y de ocio, coordinadas por un técnico en intervención asistida con perros, pero que nunca tendrán objetivos terapéuticos ni serán una terapia en sí, aunque conllevan una serie de beneficios.